Como fotógrafo siempre busco ese momento decisivo que congelar con mi cámara, esa porción de tiempo recogida en una instantánea, esperando a que perdure en el tiempo como una obra maestra que se hace de rogar. Con este tipo de fotografías todo cambia, la propia foto contiene vida, perdurará la esencia siempre que quieras verla.

Tan sencillo como ser el dueño del tiempo, darle al pause de por vida, como sí de una película se tratase pero incluyendo a mi antojo el movimiento a una pequeña parte de mis fotografías, dotarles de ese ‘movimiento’ que les robo en cada disparo… ahora es posible frenar una ciudad entera y dejar el vuelo de un sólo pájaro, imagino el silencio que provocaría. Ahora la bola de Plaza España de Valladolid nunca dejará de rodar en esta fotografía.

Espera unos segundos a que se descargue completamente
Borja Merino fotografo valladolid