Fotógrafo de Botellas de Vino | Publicidad

Cada vez que llega un nuevo encargo al estudio, resulta ser entre muy emocionante y un nuevo reto para mi. ¿Seré capaz de conseguir que esta botella luzca como se merece o será una de tantas botellas? Y no es por falta de confianza, es por toda la confianza que pone el cliente en mi, por el diseñador que hay detrás, la bodega, la agencia,… Todos esperando mis resultados. Por fin llega, esta vez, desde París, la confirmación:

– ¡Nos encanta el trabajo, nos la quedamos! Un resultado elegante, fino y técnicamente estupendo.

Con la Bodega Numanthia de Zamora, ocurre algo especial. Perdí la cuenta del número de botellas que he fotografiado en total, algunas de ellas han pasado tan rápido por el estudio, que ni siquiera me ha dado tiempo a enseñarlas. La primera vez que recibí un pedido de la Bodega Numanthia, abrí el paquete con el pedido, vi su caja negra, con tres botellas y ese rojo intenso que les caracteriza en la etiqueta y sentí un latido muy fuerte, un deseo por empezar. Sus botellas, son algo más que elegantes.

Fotografiar Botellas de Vino para Numanthia

Es colocar la luz, ir moldeando poco a poco la botella y empieza a coger una fuerza increible. Algunos diréis: ¡Qué exagerado! Pero no, esto pasa. Me encanta ese color rojo tan característico en la botella. Un color difícil de fotografiar. Esa forma que hace que estreche en su parte inferior. La calidad de dorado en la palabra TERMES es estupenda y enseguida se ve esa rugosidad. ¿Os habéis fijado en ese relieve que según cómo coloques la botella refleja un caballo alado? Al igual que en la parte superior de la botella, en la cápsula, muestra su Pegaso o caballo alado característico de esta botella.

Normalmente los capuchones, siempre los tienes que retocar un poco, algunos están arrugados al colocarlos en fábrica y contienen alguna arruga o rallado. Las siguientes fotos que verás, son las fotos que realizo en el estudio, nada más abrir la botella. Casi como un ritual de entrenamiento. Tal cual veis las fotos, es como me han llegado. Sí, de acuerdo, eliminé motas de polvo para esta ocasión, merecía la pena.

Aún no conozco que encontraré en su interior, pero el exterior, la parte que me toca fotografiar y preservar en el tiempo, es excelente. Pronto os enseñaré el resultado final, de momento os muestro las fotografías previas de la sesión.